martes, 18 de noviembre de 2014

A fin de cuentas, casa nueva

Pareciera que todo el amor se basa en esto
abrazarte cada vez que te veo a mi lado
darte un beso cada vez que me acercas tu cara
y echarnos en el pasto cuando vamos al parque.

Quiero que llegue el momento de las aventuras
cuando planeemos nuestros proyectos ambos juntos
cuando compartamos techo, hijos, sueldos, pan...
y seamos siempre dependientes del mutualismo.

Pero espero que ese deseo jamás acabe
más bien perdure a través de larguísimos años
y que este amor de ambos dos se vuelva sempiterno.

Procuraré que en todos estos años venideros
tus labios jamás despeguen de mi cuello cálido
y que mis manos no abandonen las tuyas gélidas.

sábado, 17 de mayo de 2014

El encuentro

Buen día, Martín de Pamela es mi nombre
y busco a una chica de compañera
no necesariamente de pareja
sino que me acompañe en ese día
de mi gala, apañarme y darme aliento
cada vez que caiga hacia la muerte.

Podría ser mi compañera la muerte
ella, quien me acecha día a día
cuando camino hace de compañera
siempre preguntando por mi nombre
evitando la situación pareja
de darme vida o quitarme el aliento.

Pero llegó otra chica a darme aliento
Mariela San Marcos es su nombre.
La conocí en un parque el otro día
traía un vestido de la muerte
junto a otra del liceo compañera
deambulaban en busca de pareja.

-¡Hey, tú! ¿Te gustaría ser mi pareja?
Te veo buen mozo, te veo de muerte
Mariela San Marcos es mi nombre-.
Al hablarme tenía muy buen aliento
son cosas que no pasan cada día.
¡Encontré una posible compañera!

-Pa' tu gala quiero ser compañera,
en una de esas compartir aliento
mover la pista y parecer la muerte.
Quizás terminemos siendo pareja,
recordar cada uno del otro el nombre
y ser felices aunque sea un día-.

¡Bendito sea! ¡Ha llegado el día!
¡Para mi gala encontré una pareja!
Una mentita para mi aliento
y así impresionar a mi compañera.
Me olvidaré por un día de la muerte
y bailaré hasta cansarme en su nombre.

Nombre ha de preguntar mi compañera.
Parejas bailando en este, un gran día.
Aliento a azufre, aliento a muerte.

viernes, 16 de mayo de 2014

Miniversos number five

Te tengo miedo
y no porque seas un monstruo
o porque te conozca capaz de cosas
sino que por todo lo contrario.
No te conozco en absoluto,
no sé cómo reaccionas ante las situaciones
y no sé cómo tratas al resto.
Ése es mi miedo,
ese en el que no me consideras importante
porque a todos por igual tratas, quizás.

Tengo miedo de no ser el más importante
lo mismo que tú eres para mí.
Como te considero yo
quizás no me consideras tú
y es porque no te conozco lo suficiente
para invitarte a ser parte de mi vida
o aunque sea para que nuestros labios
se conozcan de una vez
sólo una vez.
Sólo una.

Alfil De Pamela

domingo, 4 de mayo de 2014

Miniversos number four

Tengo miedo de que trates
a todos los hombres por igual.
No me gustaría que al final
seamos vistos como iguales
y tus actos sean tales
que cada uno por sí sólo
se sienta especial de tal modo
que les creas esperanzas
y en el fondo tu fragancia
no hace más que hacer de todos
unas simples sabandijas
que entre todos no asemejan
lo que tú en ellos dejas:
una simple fantasía
de pasar contigo sus días.

sábado, 3 de mayo de 2014

Miniversos number three

Atravesaré los imponentes muros
y surcaré el gigantesco océano
para encontrarte a ti, mi árbol,
mi querida Aya, por ti vivo
por el fuego que me da fuerzas
por el agua que me purifica
por el aire que me transporta
por la tierra que me aloja
por el vació que hay que llenar
e indiscutidamente por el Alcaesto
bella sustancia que llena el espacio
y da forma a los cinco pilares.
Yo seré Bifrost, tu protector
quien al Alcaesto da forma
aquel que protege a Aya, el árbol sagrado
el cual se encuentra en medio del océano
que separa el mundo entre la niebla y la claridad.
Yo, tu Bifrost, me encargaré personalmente
de juntarlos nuevamente a ambos
y hacer de estas tierra una gran Pangea
en la cual vivan todos en armonía
de una vez por todas.

viernes, 2 de mayo de 2014

Miniversos numbre two

Déjame soñarte en un tablero de ajedrez.
Siendo yo tu peón que te defiende
a ti, mi mandamás, la que me da órdenes
y sólo debo devoción
porque me entregas mi sustento.
Siendo yo tu torre que te vigila
y siempre se mantiene
en estado de vigilia observándote
en caso de alguna amenaza nocturna.
Siendo yo tu caballo que te transporta
y te escolta a los lugares
más recónditos de nuestro reino
escapando de la maldad que algún día
podría tomar posesión de nuestros feudos.
Siendo yo tu alfil que te sirve fielmente
tu guardaespaldas personal
quien entrega su vida a causa de que tú
conserves la que te pertenece.
Siendo yo tu rey quien te ama
el que te acaricia cada noche
y deja que tus penas se hagan las suyas.
Quien se entrega a ti en cuerpo
para que sacies tu lujuria
y quien se entrega a ti en alma
para que así junto a la tuya
se complementen nuestras andanzas.

Miniversos number one

Me pides que me deje ya de sueños
que no lograré nada sólo ilusionándome.
¿Me dejarías aunque sea
quedarme con los anhelos que tengo
y ser feliz sólo imaginándome
si así fuese?

lunes, 14 de abril de 2014

Soneto del presente no concordado

¿Qué más queda por decir? ¿Ésto es todo?
El viaje no rindió aunque sea un fruto
la espera es largo tiempo de luto
-¿Nos reencontraremos, tú crees? -Ni modo.

Sé que en tus tierras los días durarán
lo mismo que duran en éstas mías
origen común al mío tendrías
mas los presentes no concordarán.

Tú eres de viento y lluvia muy fuerte
y entre dos brazos acuosos te encuentras
yo me resigno a un agujero inmundo.

La cobardía fue mi mayor muerte
mi persistencia te busca, mas no entras
es tu sentencia que acaba mi mundo.

Alfil de Pamela

domingo, 23 de marzo de 2014

El malagradecido


-¿Recuerdas aquel día en que nos convertimos en tu familia? Tenías apenas seis años, una sonrisa de oreja a oreja y lágrimas de felicidad por montón. Ni te imaginas cuánto lo fuimos tu padre y yo. Él estaría orgulloso de verte hoy en día, con una carrera universitaria terminada y una vida envidiable. Pero por el contrario, creo que estaría desilusionado de las palabras que acabas de decir. ¿Qué él jamás fue tu padre?

-Él nunca lo fue. Mis verdaderos padres deben tener una vida infeliz al haber perdido a su hijo.

-Ellos no son tus padres. Padres son los que crían.

-Ellos son quienes tienen mi sangre, no ustedes. Ese es un argumento barato.

-¿Argumento barato es el que te hayan abandonado? ¿o el que nosotros te recogiéramos de un camino casi seguro a la perdición? Ellos no te perdieron en contra de su voluntad, lo hicieron a propósito.

-Ellos no harían algo así.

-¡Ah! –la madre enfurece y le da una bofetada- Ellos tenían apenas dieciséis años cuando tú naciste. No eras más que un estorbo en sus vidas, jamás fuiste planeado.

-Pero yo… -solloza.

-Te diré una cosa. Cuando los padres tienen a sus hijos, los tienen aleatoriamente. No deciden si sus hijos son altos, bajos, rubios o morenos. Tu padre y yo tuvimos la dicha de poder elegir a nuestros hijos, los cuales ahora son tus hermanos. En el orfanato eras el más triste entre todos, ni jugabas con los otros niños. Nosotros vimos en ti un niño de corazón noble, que necesitaba un pequeño empujón para salir adelante. Nosotros debimos pasar muchas pruebas para ser aceptados como adoptantes, ya que decidimos darles la oportunidad a chicos sin familia de tener una. Los adolescentes, como lo fueron alguna vez tus padres biológicos, tienen relaciones sin tomar las suficientes precauciones, y al momento de quedar embarazada la mujer, no tienen pudor en abortar.

-Pero dime, ¿tú conoces a mis padres biológicos?

-Tus padres biológicos son mi sobrino, o sea, tu primo, y su novia. Fue una coincidencia inmensa saber que el hijo de mi cuñada fue quien te abandonó. No lo supe hasta hace dos o tres años. Toma, aquí tienes la dirección, por si no la sabes. Si quieres, puedes ir a verlos, ahí verás lo que haces.
  
El hijo tomó las llaves del auto y se dirigió a la dirección indicada en el papel que su madre le dio. Estaba obnubilado por sus pensamientos, evitaba a toda costa convencerse de lo que había dicho su madre, quería sólo él tener la razón. No había ido a la casa de su primo antes, éste tenía dieciséis años más que él, lo que calzaba con lo que le había mencionado su madre. Al momento de llegar a la esquina de la calle en la que se encontraba la casa indicada, vio desde allí a su primo subiéndose a un auto junto a su novia y dos niños pequeños. Se veían alegres, como si jamás en sus vidas hubieran pasado por un momento trágico. Los niños no superaban los cuatro años de edad, y de sus bocas se veían gesticular varias veces la palabra “papá”. El chico comprendió en ese momento que todo lo que su madre le había mencionado sobre ellos era totalmente cierto. Vio que su primo y su novia eran felices junto a sus hijos sólo por el hecho de haber nacido en un momento adecuado, no como él, quien fue sólo “un error”.

Se sentía avergonzado, creía que son sería capaz de volver a ver a su madre a los ojos por lo menos en unos días. Creía que definitivamente había defraudado a su padre por las palabras que dijo a su madre. Decidió ir a la casa de su novia para desahogarse un momento y pasar la noche. Al llegar allí, tocó la puerta de la casa. Lo recibió su novia, quien se fijó que estaba llorando. Se extrañó y lo hizo pasar.

-Amor, ¿Qué sucede? Te veo mal. ¿Por qué lloras? –le preguntó.

-De que me sucede algo, me sucede algo, pero no sé qué es explícitamente.

-Siéntate y cálmate. ¿Te sirvo un café?

-Estaría bien.

El chico tomó asiento en el sillón. La chica fue a la cocina y, mientras su novio lloraba, le preparó un café. Al momento de sentarse junto a él, éste recibió el café, tomó un sorbo y lo dejó a un lado en la mesa de centro. Éste se acurrucó en el sillón, apoyó su cabeza en los muslos de su novia y, mientras pensaba en las palabras con las que le pediría perdón a su madre el día que volviera a casa, rompió a llorar.


Alfil de Pamela

martes, 18 de febrero de 2014

Soneto del Rechazo

Quisiera pudieras confiar en mi.
Que mis esfuerzos valieran la pena
Seria una satisfacción plena
Del empuje que he puesto por ti.
 
Si recostarme sobre tu regazo
Fuese argumento más que suficiente
Para que comprendas mi pena, siente
Por mí compasión, mas no tu rechazo.
 
Ahora, si no bastara mi llanto
Quizás un grito tan desgarrador
Como la muerte, visite tus sienes.
 
Y si éste no agitase tu manto
Mi deceso será el despertador
De los recuerdos de mí que tú tienes.
 
Alfil De Pamela

lunes, 10 de febrero de 2014

Un rosario pa' mi muerte

Ojalá cuando esté muerto
a mi lado alguien diga
"Cuidado, allí se acercan
rosarios de despedida".
No los que todos conocen
sino que como yo lo hacía.

La causa de mi deceso
fue como yo mismo decía:
"lo que nunca pude quitar
de mi vida: cobardía".
Llevaremos mi cadáver
a enterrar donde pedía,
esa ciudad tan amada
la cual visitar quería.
El día en que llegué a ésta
quise aquí de por vida
establecer mi morada
sin que nadie allá me pida
que vuelva a Santiago
porque allá está mi familia.

Mi familia es mi templanza,
y mi conciencia maldita
la que dice que me quede
y si no hago caso, grita.
Por eso, aquí me quedo
por mí llorar no querría
cuando muera ustedes hagan
sino que preferiría
un rosario pa' mi muerte
en esta ciudad, Valdivia.

Alfil De Pamela