martes, 18 de noviembre de 2014

A fin de cuentas, casa nueva

Pareciera que todo el amor se basa en esto
abrazarte cada vez que te veo a mi lado
darte un beso cada vez que me acercas tu cara
y echarnos en el pasto cuando vamos al parque.

Quiero que llegue el momento de las aventuras
cuando planeemos nuestros proyectos ambos juntos
cuando compartamos techo, hijos, sueldos, pan...
y seamos siempre dependientes del mutualismo.

Pero espero que ese deseo jamás acabe
más bien perdure a través de larguísimos años
y que este amor de ambos dos se vuelva sempiterno.

Procuraré que en todos estos años venideros
tus labios jamás despeguen de mi cuello cálido
y que mis manos no abandonen las tuyas gélidas.