Cada palabra que escribo
se me hace ridícula
no es inefable, lo sé
sólo que no tengo
suficiente vocabulario
ojalá fuera una Mistral
para tus efímeros gustos lésbicos
o un Becqer, para que me bebas
en tus momentos dixélsicos
quizás un Rokha, para lanzarme al río
y hacer que escuche el eco al caer
o también un De Vega para comer
tubérculos y frutas
cambiadas de vocal cerrada.
lamento que de mis manos
todo sale verde ahora
jamás he podido regalarte
algo de categoría A más
mis pensamientos son sensibles
mas mi mente de niño no vuelve
sólo tu criterio podrá discernir
entre el aquí presente
y sus precuelas más antiguas.
Sólo el tiempo dirá si eres
la Mirla de este Alfil
o la Mariela de este Martín
si es el primero el caso
espero saltar de los veinte
hasta los cincuenta y tantos
para jamás perderte
ni yo perderme
y si es el segundo el caso
espero perderme
para volver a encontrarte
sin que te hayas perdido ya.
Amor, mis palabras son dispersas
pide hora con mi memoria
y comprenderás mis relatos
sólo queda decirte
que espero que seas mi Bieroy
y yo el De Pamela
de este sueño interrumpido
que jamás quiero que llegue
a cabalidad